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Soledad García, hoy en Canadá pero con el sueño de dirigir a Las Leonas

La exdelantera de la selección argentina se sumó al staff técnico del equipo mayor femenino canadiense y contó cómo es vivir el hockey desde otro rol: “Extraño tener el control”. Además, se sinceró y le reveló a ESPN.COM cuál es su máxima aspiración como entrenadora.

Todo empezó en octubre de 2021. En realidad esta parte comenzó hace siete meses, porque los motivos por los cuales Soledad García es tenida en cuenta a nivel internacional datan de mucho antes, de cuando se movía en la cancha a la velocidad de la luz y hacía mover la bocha más rápido todavía. Su talento deslumbraba realmente, su ingenio denotaba singularidad. Toda esa magia, su carrera deportiva y la continuidad que le dio a eso a través del estudio para seguir ligada al hockey, la llevaron a ser hoy una entrenadora valorada y a que sea convocada por la Federación canadiense para ser parte del staff de la selección femenina de ese país. Y, ¿por qué no?

“Hace un tiempo mandé un currículum porque buscaban entrenadores en Quebec (ciudad de Canadá), eso no avanzó pero mi CV quedó ahí y este contacto que tenía lo acercó a la Federación por esta búsqueda. Me contactaron por primera vez en octubre para ser asistente de Robert Short en el mayor femenino. La idea era sumarme para la Copa Panamericana de Santiago (enero de 2022) pero se demoraron los papeles de la VISA y eso complicó todo”, contó la exdelantera de Las Leonas.

De todas formas, las intenciones de los canadienses seguían en pie, tanto que Sole igual colaboraba desde Argentina con análisis de video, propuestas y sugerencias para que el equipo siga creciendo. Algo de todo ese trabajo funcionó y aportó. Canadá se clasificó finalmente al reciente Mundial en aquel torneo continental con el tercer puesto que consiguió. Volvían a esta competencia internacional después de 26 años, la ilusión era muy grande.

La demora en los papeles seguía complicando un poco las cosas y Soledad viajó finalmente a Terrassa, España, a la Copa del Mundo, como comentarista del equipo de ESPN donde hizo dupla con Mechi Margalot. Así que todo derivó a que el primer torneo en el que la exjugadora iba a sumarse de forma presencial a la selección americana eran los Commonwealth Games (5°puesto) que comenzaron el 28 de julio, terminaron el 8 de agosto y se disputaron en Birmingham, cerca de Londres.

“Creo que caí en la importancia del rol cuando llegué acá (Inglaterra). Me recibieron súper bien, las chicas sabían quién era y estaban contentas porque después de tantas vueltas por fin nos conocíamos, nos reíamos de eso, les puse caras a todos. Para mí era difícil, porque ellos venían del Mundial, con cierta dinámica y yo tenía que sumarme y volver a hablar otro idioma que hacía mucho no hablaba y debía acostumbrarme”, comentó la cordobesa.

Y agregó: “Volví a sentir la adrenalina de competir internacionalmente desde otro rol. Siempre lo viví como jugadora y ahora desde este lado es distinto, eso sensación es linda, es lo que te mueve, pero se maneja diferente”.

Aunque se trate de culturas opuestas, Sole sabe que cuenta con la virtud de poder adaptarse fácilmente y entiende que el proyecto de la Federación es a largo plazo y eso le da cierta tranquilidad. Todavía se está probando y verá cuáles son los pasos a seguir. Sabe que vivir en Canadá es una opción que debe contemplar junto a su familia (con Nicolás son padres de dos nenas: Robertina y Antonia).

Soledad García fue elegida en 2002 y 2004 como la Mejor Jugadora Junior del Mundo - y podría haber sido elegida muchos años más-. Por suerte para los argentinos, fue contemporánea a Luciana Aymar. Tenerlas juntas en la cancha era superlativo, estaban unidas en la Generación Dorada y coincidieron con el nacimiento de Las Leonas. Ser parte de ese equipo también tenía cierta presión.

Hoy Soledad dice volver a sentir un poco de esa adrenalina que le generaba competir, aunque con algunos reparos: “Extraño tener el control. Yo entraba y sabía qué cosas dependían de mí, ahora es distinto, es tremendo estar de este lado. Creo que es lo más difícil que le debe pasar a los que jugamos en este nivel y ahora somos entrenadores. Adentro de la cancha tenés otro control, estando afuera podés transmitir pero no hacer directamente. Extraño eso”, admitió con nostalgia.

Pero disfruta de la otra parte también: “Ahora me puedo escapar a comer una pizza con el cuerpo técnico”, dijo entre risas y con la felicidad de saber que todavía le queden objetivos por cumplir y de a poco se van acercando.

“Creo que sin duda el sueño de todo deportista que estuvo en un seleccionado y se convierte en entrenador, es dirigir tu país, poder estar ahí y dar un poco de lo que recibí como jugadora. Las cosas se van dando y hoy disfruto de comentar los partidos. Me toca estar de este lado, pero mi sueño lógicamente sería dirigir a Las Leonas”, aseguró la cordobesa.