Con el final del año llegan los balances deportivos. En el fútbol, y en particular para La Roja, la 2022 no es una temporada para celebrar. En marzo se despidieron de las Clasificatorias con una derrota en casa por 2-0 frente a Uruguay y con ello el fin del sueño mundialista, además el término del ciclo de Martín Lasarte en el Equipo de Todos.
Dos meses más tarde de aquello se dio inicio a un nuevo proceso junto a otro DT. El indicado para tomar las riendas del seleccionado nacional fue Eduardo Berizzo, quien comenzó los trabajos y se centró en duelos amistosos para probar jugadores de cara al recambio que tanto se busca luego de una época gloriosa con la 'Generación dorada'.
A mitad de año saltó por primera vez a la cancha el elenco dirigido por Berizzo con una gira por Asia. El primer apretón fue con un amistoso ante Corea del Sur donde cayó por 2-0. Luego se disputó la Copa Kirin, certamen del que se despidió en el último lugar tras perder con Túnez por 2-0 y caer por 3-1 ante Ghana en definición por penales después de igualar sin goles en el tiempo reglamentario.
Septiembre también sería para partidos de prueba. Primero ante Marruecos con caída por 2-0 y luego una igualdad frente a Qatar 2-2, donde Alexis Sánchez y Arturo Vidal hicieron reencontrar a La Roja con el gol, una deuda pendiente del seleccionado nacional que hasta el día de hoy sigue sin solución.
En ese periodo, mientras el elenco de Berizzo disputaba aquellos amistosos, la ANFP se jugaba su última carta para ir al Mundial tras denunciar en el TAS al jugador del seleccionado ecuatoriano Byron Castillo, por supuesta falsificación de identidad.
Chile buscó sus opciones, pero finalmente el fallo no alteró a los clasificados al Mundial, aunque dejó con una multa económica a Ecuador y la resta de tres puntos al iniciar las próximas Eliminatorias Sudamericanas.
Así, llegó noviembre, el mes de la Copa del Mundo, donde la Selección Chilena disputó sus dos últimos amistosos internacionales. El primero frente a Polonia, elenco Mundialista que conformaba el Grupo C junto a Argentina, Arabia Saudita y México, y con el que cayó por la cuenta mínima.
El segundo cotejo, paradójicamente, fue el mismo día en que se inauguraba la cita planetaria en Qatar, una especie de broma de mal gusto que destacaba aún más la ausencia del equipo chileno del certamen. Ese 20 de noviembre, La Roja jugó ante Eslovaquia en un duelo que finalizó con un magro empate sin goles, dejando en evidencia el déficit de finiquito y el escaso recambio que preocupa de cara a los próximos desafíos.
De esta manera, cuando todas las selecciones comenzaban a disputar el evento futbolístico más importante, el equipo chileno concluía su acción en cancha y cerraba el periodo de amistosos con siete partidos jugados, cinco derrotas, dos empates, ningún triunfo y solo dos goles anotados, lo que le da al equipo de Berizzo un pobre rendimiento del 14,1%.
Números complicados que hicieron caer al cuadro nacional al lugar 31° del ranking FIFA y que solo aumentan la preocupación a una Selección que necesita un recambio urgente para volver a pelear cosas importantes y tratar de instalarse en la elite del fútbol mundial, algo que por ahora se ve muy lejano.