Vergil Ortiz Jr. regresará el 8 de julio contra Eimantas Stanionis ahora que se recuperó de la rabdomiólisis y descubrió que fue causada por un COVID prolongado, dijo Ortiz a ESPN.
La pelea en 147 libras, la cuarta consecutiva de Ortiz en su Texas natal, enfrenta a dos de los 10 mejores pesos welter (Ortiz es el No. 3 en el ranking de ESPN; Stanionis es el No. 6).
La pelea ya ha sido pospuesta dos veces. Se fijó para el 18 de marzo antes de que Stanionis, de 28 años, se sometiera a una apendicectomía de emergencia en enero en Lituania. Un segundo aplazamiento se produjo cuando Ortiz, de 25 años, lidió con una recurrencia de rabdomiólisis, lo que aplazó la pelea desde su fecha del 29 de abril.
Según los Centros para el Control de Enfermedades, la rabdomiolisis ocurre cuando el tejido muscular dañado libera sus proteínas y electrolitos en la sangre. Estas sustancias pueden dañar el corazón y los riñones y causar una discapacidad permanente o incluso la muerte.
Ortiz (19-0, 19 KOs) dijo que fue completamente liberado el mes pasado luego de ser tratado por el Dr. Juan Bautista en Fresno, California, quien le diagnosticó COVID prolongado luego de una serie de pruebas.
"De hecho, tuve el presentimiento de que eso era lo que era, pero no sabía mucho al respecto, no soy médico", dijo Ortiz. "... Nunca me había sentido tan bien en unos buenos quizás tres o cuatro años... Todavía estoy entrenando duro... ese nunca fue el problema... Me estoy dando cuenta de que no estoy resoplando y resoplando y me siento muy bien en general... No puedo explicar lo bien que me siento en comparación a cómo estaab".
Ortiz, quien recibió dos inyecciones de la vacuna Moderna, dijo que contrajo COVID por primera vez durante el campo de entrenamiento para su pelea de julio de 2020 con Samuel Vargas, a quien noqueó en la ronda 6.
"No podía respirar", dijo Ortiz. "Estaba luchando por mantener la compostura durante esa entrevista justo después de la pelea, hombre. Pero no podía respirar en absoluto, y siguió empeorando después de esa pelea".
Estaba enfermo de COVID nuevamente antes de su próxima salida, un KO en el séptimo asalto de Maurice Hooker en marzo de 2021. Después de la pelea, el padre y entrenador de Ortiz, Vergil Ortiz Sr., dijo que la piel de su hijo se puso roja.
"Quería cancelar [la pelea] y él no quería cancelarla", dijo Ortiz Sr. "Prácticamente me rogó y me prometió que vencería a este tipo y que no la cancelaría. Entonces, ¿qué le dices a tu chico que está entrenando a través de COVID y se ve borracho y mareado porque está muy enfermo? ... Pude verlo en su cuerpo y sus músculos... estaba atacando sus músculos".
Ortiz contrajo COVID por tercera vez después y, en marzo de 2022, se vio obligado a retirarse de una pelea contra Michael McKinson después de que fue hospitalizado con rabdomiolisis.
Ortiz pasó a anotar un nocaut técnico en el noveno asalto de McKinson en agosto y no ha competido desde entonces. Durante ese tiempo fuera del ring, Ortiz escuchó las afirmaciones en las redes sociales de que su condición se debía a que había sobreentrenado o simplemente ya no podía hacer las 147 libras.
"Puede ser mentalmente agotador a veces, no voy a mentir", dijo Ortiz. "A veces es muy frustrante... cuando hablan de algo que no saben, pero quiero decir, así es la vida. Y, afortunadamente, trato de mantener una mentalidad positiva y trato de ignorar todo el alboroto y el ruido afuera y solo concentrarme en mí mismo".
Ortiz Sr. dijo que era difícil saber que era COVID porque su hijo casi superaba a los otros luchadores en sus carreras de 5 millas. "Está tan acostumbrado a superarlos", dijo Ortiz Sr.
La estrella de los Chicago Blackhawks, Jonathan Toews, se perdió dos meses de la temporada de la NHL debido a los efectos del COVID prolongado (y el sistema de respuesta inmune crónico) antes de regresar para los últimos siete juegos.
Ortiz también está listo para regresar, después de que Bautista lo tratara durante un mes en Fresno, California. El médico, que tiene un título en medicina de la Universidad Northwestern, dijo que Ortiz sigue al 100 % un plan de tratamiento que incluía enjuagar el sistema de Ortiz con líquidos, un sistema de oxígeno hiperbárico e inyecciones intravenosas tres veces por semana que administraban nutrientes ricos en antioxidantes como vitamina C y magnesio.
"No se debió en absoluto al sobreentrenamiento... la razón por la que Vergil desarrolló rabdomiólisis es porque tuvo un ataque muy duro de COVID", dijo Bautista, quien practica medicina integrativa en Bautista Health & Anti-Aging. "... Es un trastorno inflamatorio.
"Con los atletas, tendemos a ver esa inflamación en el corazón. Tendemos a ver esa inflamación en los músculos... Vergil se tomó un tiempo libre, pero eso no curó ni solucionó su inflamación".
Los niveles de inflamación de Ortiz se examinaron mediante una prueba de creatina quinasa (CK), que mide la cantidad de creatina quinasa en la sangre. Bautista dijo que cualquier cosa por encima de 200 es anormal y que los niveles de CK de Ortiz se acercaban a 4,000.
Después del programa de tratamiento de un mes, Bautista continúa midiendo los niveles de CK de Ortiz semanalmente para asegurarse de que los marcadores inflamatorios no regresen. Los niveles bajaron de 4000 a 400 a menos de 200 y finalmente, normal.
Ortiz usa la cámara de oxígeno hiperbárico a diario y eliminó muchos alimentos inflamatorios de su dieta. Ahora se encuentra en un campamento de entrenamiento en el sur de California antes de su prueba más difícil hasta el momento, una pelea el 8 de julio contra Stanionis (14-0, 9 KO).
"He estado tan inactivo, es deprimente cuando estás en casa y te sientes como un vagabundo y sabes que deberías estar ahí afuera", dijo Ortiz. "... Estoy tratando de mostrarles que estoy aquí como si nunca me hubiera ido".